Cuando la lengua es más larga que la verdad

Por: Juan Daniel Martínez Soto

Cuando la lengua es más larga que la verdad…

Juzgar a las  personas   sin conocerlas es tan habitual y común  que lo tomamos como algo natural. No nos detenemos a pensar qué decimos ni de quién. Hablamos, repetimos, desparramamos insultos con una liviandad que debería espantarnos. Solemos confundir parecer   con la verdad. Solemos también considerar el parecer  de otros como palabra santa. Solemos tener por cierto lo que algún comunicador conocido opina. No reflexionamos, simplemente, repetimos.

Hace un buen tiempo escucho versiones sobre un senador, dicen que A, dicen que B, dicen que C…dicen, dicen, dicen.  Quienes lo ven como opositor de su candidato  lo pintan como al diablo mismo,  aquellos que saben nada repiten cual loro , repiten y dicen, dicen y repiten porque hablar es gratis y hasta el momento nadie está preso por difamación. Dicen, dicen, dicen.

Hablan con desparpajo insolente de un hombre que tiene familia, un hombre que ante todo es un hombre como cualquier otro hombre y que merece el respeto y consideración que pedimos para nosotros. Ese hombre, entre sus tareas tiene la de ser senador de la república. Senador,  no tiro al blanco para que lo ametrallen con insultos, golpes bajos, verdades a medias o lo que se le ocurra a quien abre la boca.  El senador al que me refiero  tiene nombre y apellido: Carlos Castillo.

 Cada ser humano tiene su propia historia personal  y en este caso, pública. Hablamos de un servidor de su pueblo que por poseer algunas virtudes que lo distinguen es crucificado.  En mi barrio se podría sospechar que se lo envidia o que no se le disculpa el ser diferente. Para los mediocres no ser mediocre es un pecado imperdonable.  Nadie es monedita de oro para caerle bien a todo el mundo, lo sabemos, pero también sabemos que no tenemos derecho de destruir aquello que no se nos parece. Es de mente estrecha atacar por atacar. Hay más lenguas largas que neuronas.

 Desde hace tiempo se vienen desarrollando un sin número de campañas negativas contra el senador de San José de Ocoa. Campañas viciadas de   inexactitudes y fogoneadas con malas intenciones. Existe, indudablemente, un propósito. No somos inocentes. 
Me pregunto y les pregunto queridos lectores: Si el senador Carlos Castillo es el ogro que pintan en los medios de comunicaciones y redes sociales ¿Cómo es que hace tanto por la provincia? ¿Por qué el ogro, el sicario, el  charlatán como algunos lo llaman en los Medios, se preocupa por la educación, la salud, el  medio ambiente? Decimos preocupa, pero en realidad, se ocupa y preocupa de ocuparse. ¿Acaso  hacer en beneficio del pueblo ocoeño es propio  de un ogro o de una persona preocupada por el desarrollo y bienestar  de sus vecinos?

Desconocemos, tal vez,  los aportes que el senador le ha hecho  a la provincia de San José de Ocoa.  Hace más ruido una batahola de voces mal intencionadas que los hechos palpables. Hacen más ruido y aturden, sí pero solo hasta que se descorre el velo y aparecen los datos objetivos.  ¿Cómo podemos dejarnos segar por la pasión, por el odio y el rencor de personas interesadas en dividirnos o en mostramos una imagen  que no es la real. El senador tiene la virtud de  atacar los problemas no solo de forma sino de fondo. Aporta soluciones definitivas. No ofrece migajas, ni sobras. No pone precio a las voluntades ni soborna. No  saca ventaja de las necesidades de los ciudadanos ni promete lo que no hará. No endulza los oídos como algunos por ahí, que vaticinaban un futuro de prosperidad para el pueblo, cuando en realidad la prosperidad era para ellos, sus familias, amigos y lambones genuflexos. Son los que ahora patalean…

Los invito a ser objetivos y comparar estos casi 6 años de gestión de Carlos Castillo como senador con la gestión pasada que duro 8 años. Veamos, repasemos lo que podemos comprobar: El senador Carlos Castillo ha sido gestor  de una Agroindustrial en Sabana Larga,  quien asfaltó en un 95% las calles de Ocoa y de todos sus municipios.

En el área de la Salud,  la fundación Carlos Castillo le da asistencia a toda la provincia,  otorga ayuda continua  a personas de escasos recursos, y pone a disposición de cualquier ciudadano  una ambulancia  las 24 horas los 7 días de la semana, es decir, todo el año.

En el área de educación ha sido padrino de ciento de jóvenes que hoy  son profesionales gracias al programa de educación que tiene el senador,   programa que otorga  becas a todos aquellos jóvenes que desean ir a una universidad. Gestionó, además,  la Escuela Vocacional en Sabana Larga.
Estos son tan solo  algunas de las obras de las que se ocupa  la oficina senatorial en la Provincia de San José de Ocoa….Hay más, habrá más  porque quien trabaja para su pueblo desconoce el después, la postergación y la desidia. Quien trabaja para su pueblo sabe que hay personas  que no pueden esperar y actúa en consecuencia. Quien trabaja para su pueblo da una mano  para  que se supere y superen las adversidades y no da una mano para recibir gratitud y click! La foto!

Hay muchas acciones solidarias  que hace el Senador Carlos Castillo que no toman publicidad porque no le interesa  el bombo fariseo. Se ocupa, resuelve y calla. Sirve a su pueblo no se sirve de él. Esta es una de las diferencias fundamentales  que lo alejan de  otros que son o fueron mucho ruido y pocas nueces. Mucho ruido para que se sumen a sus ambiciones y pocas nueces para repartir equitativamente.