Algunos componentes de la estrategia electoral del reeleccionismo


¿Qué Hacer?

Por Narciso Isa Conde

EL DISEÑO DE LA POLÍTICA REELECCIONISTA DE LEONEL FERNÁNDEZ Y SU EQUIPO CONTEMPLA, ENRE OTROS, ESTOS DOCE COMPONENTES:

1-Crear una enorme cartera de recurso dividida en dos tipos de cuentas: a) unas institucionales, a partir excedentes presupuestarios admitidos…b) otras clandestinas, nutridas por las diversas formas de sustracción de los recursos del Estado (sobre-valuaciones, comisiones, cobro de peajes por contratos grado a grado y por otras operaciones comerciales de las instituciones del Estado, cobro de favores a empresario, contribuciones de contrabandistas, narcotraficantes y lavadores de dinero…)

2-Usar masivamente los recursos de esas cuentas y todos los mecanismos de Estado en función de los requerimientos y las conveniencias de la reelección.

3-Comprar específicamente -vía soborno económico y político- el mayor número de franquicias partidista, el mayor número de boletas y de partidos satélites, procurando impactar desde la boleta electoral a los(as) votantes con la repetición de la carita de Leonel y sobretodo creando vías útiles para el fraude electoral disgregado. A ese propósito responden las últimas designaciones, signadas por la compra y la recompra de personeros políticos de la peor calaña y figuras de la farándula, el deporte comercial y la gastronomía farandulera.

4-Colocación al frente de la Policía Nacional de oficiales de la “línea dura” y de la peor calaña, sin escrúpulos para reprimir, matar, torturar…

5-Afianzamiento en los mando militares de oficiales militantes de la reelección con deudas directas con el presidente-candidato.

6-Preparación de acusaciones de sedición contra los militares activos y retirados que han sido o pueden ser objeto de retaliación política.

7-Compra de los sectores militares activos y retirados (los más blandos o ablandables) con simpatías por la oposición.

8-Presión sobre los mandos medios que no se alían ni subordinan a lo clanes de militares activos y retirados que hacen causa común con las cúpulas del PLD, PRD y PRSC. Especialmente contra las evidencias de reacciones pro-Chávez al interior de las Fuerzas Armadas (a este propósito obedece la “denuncia” de Claudio Caamaño, quien evidentemente ha estrechado vinculo con sectores del oficialismo).

9- Compromisos específicos con sectores disidentes dentro y fuera del PRD y del PRSC con posiciones propias, independientes. Trabajo dirigido a que desfavorezcan la candidatura de Miguel Vargas Maldonado y debiliten más aun la de Aristy Castro, aunque no respalden la de Leonel. Propuestas de acuerdos para concederle espacios en detrimento de la opción electoral perredeista y de reformista socialcristiana. La mal llamada cuarta vía de Eduardo Estrella y Hatuey Decamps podrían entrar- si no que están- en ese juego.

10-Creación de puentes para intentar semejante posicionamiento de la parte de las izquierdas que se decidan a participar en las elecciones con posiciones blandas. Admisión de su independencia formal y concesión de facilidades en favor de su crecimiento electoral a costa de la candidatura de Vargas Maldonado.

Aproximación con ese tenor a los sectores más reformistas de la izquierda (ya hay señales en esa dirección), esto es, a los más proclives a las concesiones programáticas y a la moderación respecto al gobierno, como tambien a aquellos propensos a la búsqueda de espacios sobre la base de ese tipo de compromisos.

11-Esfuerzos destinados a neutralizar una parte del movimiento social involucrado en las propuestas, especialmente a sectores de los gremios semi-empresariales del transporte, a fin de afectar y contener la escalada huelguística que desgasta al gobierno. Esto habrá de intensificarse cara a la próxima huelga general después del éxito de la anterior.

Esa vertiente del movimiento social exhibe ya, además, componentes que han decidido ahora incursionar en la política electoral con pretensiones de apoyo desde la izquierda y con vínculos hacia ese campo, lo que podría meter más ruidos y dificultades en medio de la gran fragilidad del proceso unitario emprendido hace algunos meses.

12-Convocatoria de la “Cumbre de Izquierdas” para disfrazar su política derechista y nutrirse del prestigio internacional de las izquierdas del continente, procurando aprovechar el rechazo y lo altamente perjudicial que resultaría para Venezuela y Cuba la influencia a nivel de Estado del posicionamiento internacional del PRD y su candidato. Eso sin dejar de dar señales claras de su contubernio fundamental con las posiciones de EU, Uribe Vélez y otros litorales de la derecha mundial.

¿Qué hacer?
¿Cómo enfrentar esta estrategia?

Esto debe ser enfrentado con mucha firmeza y energía, sin dar la menor señal de debilidad frente al gobierno y su plan continuista; pese a la nefasta características de su principal contrincante dentro del sistema tradicional de partidos, dentro de sus expresiones neoliberales y corrompidas: la cúpula del PRD y la candidatura de Miguel –Marbella- Vargas Maldonado.

Las características de esa mezcla de PPH y empresariado traficante de influencia y generador de corrupción, su alineamiento internacional con fuerzas muy hostiles a la revolución bolivariana y a la revolución cubana, no debe dar lugar a ninguna muestra de debilidad frente al plan continuista de esta gobierno, cada vez más impopular y cada vez más antinacional.

Como tampoco la impugnación a Leonel y a la cúpula del PLD, a su atropellante reeleccionismo, pueden dar lugar a favorecer al PRD y a Vargas Maldonado.

Esas inclinaciones, especialmente la primera, van a tomar cuerpo en la llamada “cuarta vía”, pero tambien podrían contaminar parte de la “izquierda blanda” y algunos componentes de un movimiento social de protesta heterogéneo, que ha comenzado a repuntar y que la cúpula del PRD quiere utilizar y la del PLD dividir y debilitar.

Las izquierdas partidistas, la izquierda independiente, política, social, cultural…y las demás fuerzas progresistas alternativas a la partidocracia tradicional y al neoliberalismo, deben preservar su independencia a toda costa, aglutinarse, definiendo su programa y sus aliados sin veleidades oportunistas, cuotistas, ventajistas… que afecten su imagen y el proceso de acumulación de fuerzas propias.

Esto implica tambien no confundirse con la llamada “cuarta vía” que no es más que un camino vecinal históricamente comprometido con las prácticas, ideas y métodos de la partidocracia corrompida y neoliberal.

No hay tres vías, ni esa es una cuarta. Las fuerzas que controlan al PLD, PRD; PRSC y grupos satélites han sido la misma vía. Y esos desprendimientos de ellos, derrotados por la corrupción que ellos mismo compartieron y acompañaron durante décadas, no se han diferenciado en cuestiones fundamentales de sus matrices políticas.

Y si no se logra un canal unitario propio, independiente, con características diferentes, para que las fuerzas realmente alternativas se expresen electoralmente –cuestión que se ha retrasado muchísimo- lo mejor sería no incursionar con candidaturas en esa contienda e ingeniarse una forma original de intervención en la coyuntura que afecte a toda la partidocracia.

La opción electoral de izquierda y progresista tiene sentido si se define realmente como alternativa al neoliberalismo, a la partidocracia dominante y la institucionalidad corrompida, decadente y antidemocrática imperantes, y si se configura con posibilidades de impactar y de crecer. De lo contrario, hay que seguirla construyendo, optando en lo inmediato por otras líneas de acción mas eficaces en este periodo frente a este estado de cosas.

De todas maneras los componentes de la estrategia reeleccionista y las características de la oposición dentro de la partidocracia, obligan más que nunca a confrontar con todos estas iniciativas y determinaciones del gobierno actual: corrupción electoral y uso masivo de los recursos del Estado, nuevas designaciones policiales, uso de las FFAA para sus designios, plan simulador alrededor de la supuesta “cumbre de izquierdas”, plan de cooptación de sectores progresistas y de izquierda…

Ahora, por demás, no se está dando una competencia centrada entre “el malo y el menos malo”, sino entre “lo peor y lo pésimo”, entre las dos opciones del campo de lo peor: una más ilustrada y con más capacidad de simulación que la otra, sobre todo en sus vínculos hacia el exterior.

De ahí la trascendencia de derrotar al convocatoria de la llamada “cumbre de izquierdas” de Leonel y/o de debilitarla al máximo.

Las vacilaciones, las maniobras, no ayudan ¡Alertas y firmes frente a ellas¡

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