Mckar en frío a las izquierdas: enfermedad de “última generación”.

 Por Narciso Isa Conde

“Mckar las izquierdas” es el nombre científico de una nueva enfermedad viral más dañina y peligrosa que la influenza A-h1-n1, y que incluso la gripe aviar.

Descripción del virus y la enfermedad.

Se trata de un virus creado en un laboratorio militar de Nevada-EEUU, que congela, cual témpano de hielo, precisamente el hemisferio derecho de ciertos especímenes intelectuales con poses “progres”;  dejando funcionando solo el hemisferio izquierdo, que sirve al lado derecho del cuerpo humano.

El mal que provoca, vulgarmente conocido como “cerebro freezado”, no da lugar al menor desfase en esa función cerebral parcial, perfectamente sintonizada con  los avances de la post-modernidad y el presente neoliberal del capitalismo, ya maltrecho, pero todavía en boga; siempre contando con que el virus que provoca esta rara enfermedad bloquea “per se” las encimas necesarias para recalentar el hemisferio derecho que comanda las funciones del lado izquierdo del organismo.

Tan pronto se instala el mal descrito, generalmente de pronóstico crónico, solo tiende a funcionar el lado derecho del cuerpo de la persona afectada. De manera que si se cuadrara a la izquierda solo batearía para la derecha.

Efectos adicionales.

El lado derecho activo no coge nunca calor, ni tampoco se desfasa del proceso sistémico. Sencillamente crea un nuevo ser de mente fría, siempre proclive a ascender absorbiendo todo lo que nutre a las derechas y desfavorece a las izquierdas de verdad, estén o no desfasadas, puedan o no renovarse. Sin distinción, todas premeditadamente colocadas en el mismo saco a ser pateado desde un supuesto progresismo.

Las mentes de esos seres de la post-modernidad del siglo XXI -superiores incluso  a aquellos “intelectuales carapintadas” de que nos habló Andrés L. Mateo (cuando describía a los renegados de izquierda que saltaban la talanquera, cerrando filas con el PLD-gobierno o creando fuerzas parasitarias del cohollo político morado) -se activan sobremanera cuando se trata de defender a los nuevos tránsfugas de la inteligencia; destacando acomodaticiamente los excesos verbales y la irritaciones extremas que provocan las nuevas cooptaciones y los cínicos argumentos de esos/as otrora opositores/as revolucionarios/as para justificar su traslado a las filas oficiales. Siempre a nombre de la calidad técnica-profesional y del derecho al trabajo.

Evasiones fríamente calculadas.

El cambio de actitud política de los/as fríamente defendidos/as, no cuenta para nada. Tampoco el carácter bien selectivo de la cooptación oficial.

Los piropos previos al Presidente son tan ignorados como la continuidad -desde el Palacio Nacional- de las prácticas clientelistas, el soborno político y el reparto de cargos para neutralizar y atraer personas, grupos y movimientos opositores.

Nada de eso se tiene en cuenta a la hora de arremeter contra todo el que critique esa forma envaselinada de reproducir el “transfuguismo”. Actitud muy propia de ciertas individualidades intelectualizadas pertenecientes a capas medias atolondradas por una multi-crisis que contemplaron venir sin combatir sus causas; capaces también de confundir las alternativas al régimen de explotación, corrupción y exclusión, con la entrada a su seno, argumentando el interés en aras de aportarle sus conocimientos al nuevo presidente del mismo orden político-social.


Todo dicho desde los bulevares del hemisferio cerebral no frezzado*, nada al calor de las luchas, todo fríamente “analizado” para facilitar el reciclaje del llamado “mal menor” que hipócritamente nos acusan de favorecer. “El ladrón –como siempre- juzgando por su condición”. (13-06-2013)