Venezuela no es Chile


Por: Felipe Ciprián 

Quienes hayan tenido la oportunidad de leer el libro “Víctor Jara, un canto truncado”, escrito por Joan Lara, la viuda del artista, tal vez comprendan con facilidad lo que está pasando en Venezuela en el campo de los intereses políticos y económicos.

Felipe Ciprián 
Más que una biografía del extraordinario ser humano y artista que fue Víctor Jara, el libro es un recuento casi cronológico de cómo la oligarquía chilena unida a las transnacionales y el poder norteamericano siguieron un guión primero para impedir el triunfo del doctor Salvador Allende y luego de su victoria, derrocarlo de la Presidencia de la República.

Una de las campañas sostenidas fue la creación de una escasez artificial de papel sanitario y las marchas de mujeres y hombres de clase media, con prendas de oro en manos y cuellos, golpeando calderos vacíos por las calles de Santiago y otras ciudades de Chile.

Naturalmente, todo eso era magnificado por una prensa decididamente alineada con los golpistas y saboteadora de la voluntad popular expresada en las urnas.

Esa campaña, al igual que las presiones también inducidas de los camioneros y terratenientes, confluyó con la gran influencia de la diplomacia y el poder militar de Estados Unidos en la cúpula de las Fuerzas Armadas chilenas, hasta que el 11 de septiembre de 1973 explotó el golpe con bombardeos hacia el Palacio de la Moneda, donde estaba el presidente Allende con sus ministros.

Aunque el golpe de Estado provocó una gran resistencia de los trabajadores y la juventud chilena, la unidad de la cúpula militar y su destapada voluntad de vulnerar la Constitución a sangre y fuego, fue un factor decisivo para que los soldados impusieran una dictadura que durante 17 años acabó con la vida de miles de sus compatriotas, encarceló a más, conculcó las libertades y dispersó a millones de chilenos fuera de su territorio.

Desde que Hugo Chávez asumió la Presidencia de Venezuela en 1999 tras ganar las elecciones en forma abrumadora, el guión chileno ha venido aplicándose rigurosa y repetidamente, pero no ha tenido éxito.

¿Por qué ha fracasado y probablemente seguirá fracasando el golpismo en Venezuela?

Creo que aparte de las particularidades de ambos países suramericanos, el factor decisivo fue el fracaso de las reiteradas intentonas militares golpistas durante la década pasada y el fuerte respaldo militar del proyecto bolivariano.

Fuerza política y respaldo oligárquico-norteamericano le ha sobrado al golpismo en Venezuela, pero ha carecido de un liderazgo militar superior al que conservó el gobierno de Chávez y ahora el de Nicolás Maduro.

Aunque se repite el incentivo a la violencia callejera y se induce a la escasez de artículos de consumo masivo, la “oposición” venezolana no parece que tendrá éxito porque no ha podido dividir o controlar el mando militar que cada día se observa más vinculado con el proceso bolivariano y más respetuoso de la voluntad popular.

No hay dudas de que legitimidad popular de los gobiernos chavistas se afianza con los programas sociales y la elevación de la calidad de vida de los más pobres, que ahora tienen acceso a la educación, la salud, la vivienda, la tierra y el resto de los servicios.

Los programas de solidaridad y asistencia de Venezuela en América Latina y especialmente en el Caribe, impulsados por Chávez, les han granjeado aliados suficientes en la región que han probado ser consecuentes en su apoyo a la Revolución Bolivariana.