Vendrán demonios disfrazados

Vendrán demonios disfrazados"...nos dice la Biblia. Y se dio tambien su vaticinio en esta hermosa tierra dominicana.

Ruge el león a la derecha y muerde a la izquierda.

Dice ser amigo de Fidel, pero es enllave de la Fundación Cubano-Americana de Miami y de los Fanjul de La Romana.

Proclama su amistad con Chávez, pero sigue las pautas de Bush mientras desayuna a cada rato en la casa de "Casa de Campo" de Gustavo Cisneros.

Ataca a los corruptos, pero los nombra en su gabinete.

En Petrocaribe levanta la mano izquierda y en Washington la derecha.

En Venezuela el olor a petróleo lo lleva a sonreír izquierdosamente con Chávez y a darle la espalda a Carlos Andrés.

En Nicaragua prefiere abrazar por la derecha a Alemán, el cuate de los Selman, por venganza a aquella amistad preferencial del FSLN con el PRD.

En El Salvador saluda con la derecha para no desvirtuar su tierna amistad con Arena.

Dice tener un proyecto de nación muy parecido a un nuevo proyecto de colonia.

Le ofrecen refinería y plantas de gas natural en Venezuela e insiste en buscarlas en México y Arabia Saudita, donde ni se la ofrecen ni se la dan.

Es patriota pero anhela usar su "green card". Es demócrata a lo Uribe Vélez, haciendo propia su "seguridad democrática" aunque no haya motosierras en el mercado.

Le emprende de palabra contra la delincuencia menor mientras se exhibe estrechamente asociado a la delincuencia mayor.

Es de Villa Juana, pero ama a New York.

Es "bochista", pero tiene por modelo a Balaguer.

Entra al Palacio doblando a la izquierda, pero cobra siempre por sus servicios prestados a la derecha.

Condena el clientelismo, pero lo practica en gran escala y sin ninguna inhibición.

Privatiza a favor de las derechas, en homenaje las izquierdas.

Firma con el FMI y el Banco Mundial programas y proyectos de derecha como testimonio inéquivoco de su "revolución democrática".

Garantiza la inmunidad de los militares yanquis en el país como parte de su flamante y original proyecto patria.

Promete sancionar a los que mataron a Narcisazo y nombra en su gobierno al principal autor intelectual de ese crimen. Igual hace ahora con el responsable de la muerte de Sagrario Díaz: lo reintegró a la policía con el rango de Mayor General.

Expresa su amor por las izquierdas siempre aliado a las derechas confesas y a los izquierdistas renegados.

Elogia a las izquierdas del continente, pero le tiene un inmens cariño y admiración a Bill Gates y a Bill Clinton.

La deuda externa le impide invertir en educación, pero la sigue pagando después de pagada. Y lo hace con los impuestos a los hidrocarburos que encarecen los alimentos y servicios básicos, expresando siempre su indeclinable determinación de combatir la pobreza.

Privatiza la electricidad para "no subsidiar al Estado" y termina subsidiando las grandes ganancias de las corporaciones privadas.

Es un gran defensor del medio ambiente, pero que durante 7 años ha permitido que las empresas granceras maten nuestros ríos.

Con su Fundación Global Democracia y Desarrollo (Funglode) pasa lo que con ciertos símbolos de la actual globalización neoliberal:

-"El Banco se llama Mundial, como el Fondo Monetario- nos dice Galeano- se llama Internacional, pero estos hermanos gemelos viven, cobran y deciden en Washington". Mientras que la Funglode dice ser democrática y desarrollista, pero cobra en las alcancías de la corrupción, de la oligarquía y del imperio; por lo que no es extraño que amenudo se convierta en tribuna del antichavismo, del antifidelismo y hasta del antibochismo. Y desde ella, sin el menor sonrojo y a pesar de esos pesares, se intenta convocar cónclaves de izquierda.

¿Es que acaso este presidente de "izquierda" y gobernador de colonia de derecha es un buen ambidiestro?

En verdad, ni batea ni tira a la izquierda.

Siempre hace todas las cosas con la derecha.

De izquierda, realmente sólo tiene algunas caretas y ciertos disfraces. De ambidiestro no tienen nada. De teatrero y simulador, tiene demasiado, cual

"Demonio disfrazado".

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