Exposición de Narciso Isa Conde al Presidente Leonel Fernández

Exposición de Narciso Isa Conde al Presidente Leonel Fernández sobre la trama criminal denunciada.

Ciudadano Presidente

Leonel Fernández

Su Despacho

Me acompaña Lourdes, Lulú, no solo en su condición esposa, sino además de compañera de lucha.

He decidido exponerle por escrito de manera resumida, la situación que motiva esta entrevista, porque desde ayer estoy padeciendo de una laringitis aguda, que no ha cedido, y porque no conviene posponer más esta situación:

Desde hace meses los servicios de inteligencia de Colombia, la Agencia Central de Inteligencia (CIA) de los EEUU y el propio Álvaro Uribe Vélez, presidente del régimen narco-paramilitar terrorista de su país, diseñaron una campaña mediática criminalizando mis posiciones sobre el proceso político colombiano y mis relaciones históricas con las FARC y otras fuerzas insurgentes de ese país. Esta campaña repercutió aquí a través del periódico “Hoy” y luego, en forma más persistente, en el periódico “El Día”.


En ocasión de esa repercusión aquí en el país, y de las declaraciones del entonces Secretario de Estado de las FFAA General Aquino, anunciando investigaciones sobre el caso, me dirigí a ese funcionario militar para recomendarle que se no prestara a esa peligrosa farsa. Luego de eso, el señor Álvaro Arvelo denuncio en “El Gobierno de la Mañana” la visita cuasi clandestina del general Mario Montoya, Jefe del Ejército Colombiano, indagando sobre mi caso. Nadie del gobierno lo desmintió. El general Aquino fue invitado por él a Colombia, donde se le condecoró doblemente: con el galardón tradicional de ocasión y con la entrega del fusil del comandante de las FARC Martín Caballero, caído en combate hace algunos años. Ese hecho supone identidades delicadas compromisos.


Usted conoce la visita al país de las delegaciones de la inteligencia militar colombiana para tratar mi caso y nadie del gobierno le informó a la sociedad dominicana de esa intervención, ni detuvo todas sus implicaciones. No basta en su caso, señor presidente, comentar íntimamente esa situación, expresar preocupación por mi situación y considerarla “muy difícil”, como supe que usted lo hizo.


Usted es formalmente el Presidente del país y el Jefe de las Fuerzas Armadas y frente a una injerencia de un gobierno extranjero, comprometido con todo tipo de crímenes, que implica una persecución altamente peligrosa a un ciudadano dominicano de reconocida solvencia moral y sin ninguna tacha en su vida publica y privada, debió informarle al país de esa situación, detener esos pasos y ofrecerme garantías. Eso no se hizo.

Antes de conocer de las sucesivos “visitas” de autoridades civiles y militares, incluido un fiscal colombiano, fui informado de la determinación de Uribe y su sicariato militar y paramilitar de asesinarme en territorio dominicano. Con esos fines, para contribuir con dicho propósito fueron designados un nuevo embajador y un nuevo agregado militar de Colombia en el pais: el señor Juan José Chaux Mosquera y el Capitán Manuel Henríquez Morel. El primero habló públicamente de perseguir los vínculos dominicanos con las FARC y el segundo intentó aproximárseme a través de un colaborador de la inteligencia dominicana.


Chaux Mosquera es un reconocido jefe paramilitar colombiano, con varias heridas en su cuerpo recibidas en esos trajines. De ahí que debió haberse investigado antes de conceder el “placet”. Hay que preguntarse por qué la Cancillería Dominicana no lo objetó oportunamente. .

Todo lo anterior lo he dicho públicamente y ante la Procuraduría General de la Republica y nadie de este gobierno tuvo alguna reacción, ni tampoco cundo denuncié que ese Embajador era de los que orquestaba el crimen.

El Procurador Radhamés Jiménez no me recibió ni respondió la carta depositada en ese momento, pese a que le solicité, a través de uno de sus asistentes,. Habría que preguntarse qué Ministerio Público en éste, señor presidente.

Más aún, el procurador Jiménez negó a los periodistas conocer algo sobre los vínculos sostenidos entre esa dependencia y las autoridades colombianas, pese a la apertura en esa instancia de un proceso que procuraba estructurar un expediente para intentar mi extradición. Con esos fines vino un Fiscal colombiano e igualmente con esos fines se estableció un puente entre la Procuraduría y una funcionaria de la Embajada de EEUU de origen colombiano, apellido Arena, para intentarlo, lo que finalmente no se pudo por falta de fundamentos.

Esa funcionaria es una doble agente (colombiana-estadounidense) y conversó con un oficial de inteligencia dominicano sobre la necesidad de optar por el asesinato en vista de las dificultades para extradición. Hay que investigar porque el Procurador no me recibió, ni le puso atención a mi carta contentiva de la denuncia.

La situación antes descrita ha motivado mi solicitud de entrevista con usted directamente. dado de que estoy enterado que usted tiene conciencia de que hay serios peligro, y de que tuvo lugar la emboscada que denuncié recientemente en la que participaron un grupo de los ”Linces”, -cuerpo especial policial inspirado en instrucciones de la MOSSAD israelí y en los pactos policiales con Colombia.


Esa acción fue planeada. Detecté observaciones previas. Se apostaron primero 8 agentes motorizados en la esquina de mi casa, conectados radialmente con otros 6. Parecían saber perfectamente contra quien actuaban. La motocicleta agredida iba pegada de mi carro y pretendían aislarla, lo cual no pudieron.

No es verdad que se trató de un accidente persiguiendo delincuentes, ni que los compañeros de mi seguridad tenían las armas visibles y estaban bien distantes de mi carro. Eso es mentira. Luego amenazaron en mi presencia, rastrillaron armas. Hay que investigar desde dónde vino la orden y quiénes diseñaron ese plan. Eso no debe quedarse así.

Estoy enterado de que el Hotel Atalaya, ubicado en las proximidades de la Funeraria Blandino, en la calle Elila Mena #1 esq. Fernando Valerio, de esta ciudad ha sido utilizado por oficiales de inteligencia y sicarios colombianos revestido de misión de Estado, una parte de ellos comprometidos con el plan criminal. En algunas oportunidades los contratos de alojamiento fueron hechos a través de la empresa Japan Travel. Supe, además, de la visita a ese hotel de agentes dominicanos para participar en reuniones donde se trató mi caso.


Creo, además, que son conocidos de usted los esfuerzos que hacen esos señores para llevar esa conducta represiva y criminal fuera de sus fronteras.

Mis propuestas:

1. La asignación de armas para mi protección debe ser reforzada y regularizada. Una sub-ametralladora fue sensiblemente dañada por la Policía después del incidente con los “Linces”. El personal que me acompañará con las mismas, estará integrado por mis compañeros de lucha, dado que este gobierno, este régimen, este sistema, no me merecen confianza para aceptar custodia oficial.

2.Es necesario que usted, dada su alta investidura, exprese públicamente su rechazo a esa injerencia colombiana que ciertamente ha creado una situación “muy delicada”. Debido a ese factor entiendo que su gobierno debe invitar al gobierno colombiano y sus socios a desistir de esos propósitos Debe quedar claro que el gobierno dominicano no permitirá ninguna persecución y agresión contra mi persona.

3. Sería conveniente que usted ordenara investigar sobre mi situación en la INTERPOL, dado que tengo informaciones de que por sugerencias del gobierno colombiano, ese organismo podría intentar afectar mis derechos de libre tránsito.

4. Procede investigar el por qué de la negligencia del Procurador y tomar las medidas de instrucción para que ese comportamiento irresponsable se supere. Igualmente procede aclarar todo lo concerniente a la agresión de los llamados “Linces”. Es necesario establecer de donde procedió el plan y la orden.

5. Es conveniente que los(as) extranjeros(as) mencionados en esta presentación de hechos sean advertidos por las instancias oficiales para que detenga sus trajines criminales.

Por ultimo, señor Presidente, solo decirle que, aun desde mis profundas diferencias con su política y su acción de gobierno, en este país y el mundo pesa mucha lo que diga y lo que haga un Presidente de la Republica en casos como este.

Medite sobre la gravedad del caso y actúe por encima de las diferencias. Espero su reacción y sabré ponderarla con equilibro, que es parte de su deber.

Gracias por su atención.

Narciso Isa Conde.

Santo Domingo R.D.19-septiembre 2008